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En la tarde-noche del sábado 15 de
noviembre, la Pontificia, Real, Ilustre y Antigua Hermandad y Cofradía de
Nuestra Señora del Rocío, de Sanlúcar de Barrameda, tenía fijado, en su
proyecto de actividades, una peregrinación al Convento de Santa Teresa, de las
Carmelitas Descalzas, con motivo del Año Jubilar proclamado por Su Santidad El
Papa Francisco, con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de
Jesús.
Un día
marcado en el calendario de los rocieros sanluqueños que llegaba para ser, una
vez más, partícipes de la historia de nuestra ciudad a la que muchos se
encuentran ajenos, viendo pasar los años y dejando pasar eventos que se marcan
con letras de oro en la historia de Sanlúcar de Barrameda, con la que la
Hermandad de Nuestra Señora del Rocío sigue siendo ejemplo.
Tiempo
de preparación que han vivido, en la calle San Jorge, con el nerviosismo que se
hacía, aún más, presente en esta última semana de preparativos para que nada
quedara al azar y todo discurriese como debía.
Desde
pocos minutos después de las seis de la tarde iban llegando los oficiales de la
junta de gobierno de esta añeja Hermandad sanluqueña, para disponer todo lo que
con tanto cariño y entusiasmo habían preparado días y semanas atrás.
De
esta forma, poco a poco, y llegando a las siete menos cuarto de la tarde, los
hermanos se iban acercando hasta la Capilla de San Jorge, donde la delegada de
cultos, Rosa Domínguez, junto a sus colaboradores y demás miembros de junta,
iban organizando el cortejo que se iba a hacer presentes en nuestras calles.
A las
siete en punto, el cortejo salía de la Iglesia de la calle San Jorge, dejando
el interior de una capilla que anhela el regreso de la Imagen que lo preside,
la de Nuestra Señora del Rocío, y cuyo Simpecado salía a las calles para que
fuese acompañado por sus hermanos y devotos.
Simpecado
alumbrado por las velitas y bengalas, y por la luz de los corazones de los
ilusionados de los rocieros y rocieras de la Hermandad de Sanlúcar, que iban
recorriendo las calles, de nuestra ciudad, mientras rezaban el Santo Rosario y
solemnizado, aún más, por el extraordinario coro de esta corporación, dirigido
por don Francisco Javier Palomino Montaño, más conocido como “Kiski”, y que
aceleraban el interior de todos los hermanos y devotos.
La
calle Ancha, la Plaza de San Roque, la Cuesta de Belén, la calle Caballeros y
la calle Caridad iban quedando impregnadas de la fe de los que quisieron
acompañar al Simpecado de la Virgen del Rocío, que llegaba de esta forma hasta
la casa de Nuestra Patrona, que desde el interior de Su Basílica le mandaba un
cariñoso saluda y le decía un “hasta pronto”, hasta cuando vuelvan a
reencontrarse en la visita de esta Hermandad a la Basílica Menor de la Caridad,
que también se encuentra celebrando su Año Jubilar con motivo de las Bodas de
Oro de la Coronación Canónica de Nuestra Excelsa Patrona y Alcaldesa Perpetua.
Calle
Misericordias y Descalzas fueron las últimas calles en ser transitadas por esta
Hermandad peregrina, y en ser testigos de este hecho, para que así llegase la
Hermandad hasta las puertas del Convento de Santa Teresa, donde esperaban
ansiosas las Carmelitas.
“La
Virgen del Rocío no es obra humana, que bajó de los cielos una mañana”, era la
sevillana con la que, el coro de la Hermandad, quiso recibir al Simpecado en el
interior de la Iglesia del Convento, que hizo aún más mágico el momento, y que
compusiera Muñoz y Pabón en 1919 con motivo de la Coronación Canónica de la
Patrona almonteña, Reina de las Marismas y Blanca Paloma que con Su vuelo guía
nuestras vidas.
“Ábreme
la puerta Paloma Mía, que traigo el alma llena de Rocío”, cantaban los hermanos
del Rocío de Sanlúcar al comenzar la Santa Misa con la que culminaba esta
peregrinación jubilar hasta el Convento carmelita.
Solemne
Eucaristía que estuvo presidida, en nombre del Señor, por el Rvdo. Sr. D. Ángel
Pérez del Yelmo, pbro., sacerdote adscrito a la Parroquia de Santo Domingo y
director espiritual de la Hermandad, y contó con los cantes del coro de la
Hermandad, y que con tanto cariño dejaron sus voces para que resonasen, para
siempre, entre las paredes del Convento carmelita y en los corazones de los
que, allí, fueron testigos de cómo la Hermandad del Rocío llegó para celebrar
el Año Jubilar Teresiano.
Antes
de finalizar la Santa Misa, la Comisión del V Centenario del nacimiento de
Santa Teresa de Jesús hizo entrega a la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío,
en la persona de su hermana mayor Pepi Pérez, de un pergamino conmemorativo
donde consta la indulgencia plenaria, obtenida por la Hermandad, al realizar
esta peregrinación hasta este Convento del Barrio Alto sanluqueño, que se
encuentra festejando este Año Jubilar.
De la
misma forma, doña Pepi Pérez Domínguez,
hermana mayor de esta Hermandad, hizo entrega, para las Hermanas
Carmelitas, de una metopa identificativa de esta corporación, como
agradecimiento por que hubiera sido posible que esta corporación rociera
pudiera alcanzar esta indulgencia plenaria con motivo de este Jubileo, y en recuerdo
de este acto que quedará ya, para siempre, grabado en la historia de Sanlúcar
de Barrameda.
Fue
también la hermana mayor la que hizo entrega a los hermanos y devotos, que
habían acompañado al Divino Simpecado hasta el Convento de las Descalzas, de un
diploma como recuerdo de que ellos también fueron partícipes de la indulgencia
plenaria obtenida por la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, de nuestra
ciudad.
Así, y
con unas palabras de las Hermanas Carmelitas, cargadas del amor y la humildad
que las caracteriza, invitaba a los hermanos y hermanas, con su alegría y
humor, a enseñar a bailar sevillanas a las Carmelitas más jóvenes.
Para
terminar, el coro de la Hermandad, acompañado por todos los hermanos y devotos,
entonaron la Salve rociera de Sanlúcar, recordando que “de Sanlúcar al Rocío
navegan nuestros amores”, para culminar con los vivas, que salieron de la
garganta de la hermano mayor, y que a todos los rocieros estremece por el amor
y la fe que hay en cada uno de ellos.
De
esta forma obtuvo la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, de Sanlúcar de
Barrameda, la indulgencia plenaria con motivo de este Año Jubilar Teresiano,
dejando muestra del buen hacer de esta corporación, una vez más, y que
demuestran cada vez que realizan cualquier acto.
Que la
Santísima Virgen del Rocío os proteja siempre, hermanos rocieros.
La redacción de Gólgota21.